11:07 am: Estamos solos (y es momento de aceptarlo)
…la realidad es que estamos solos, en las buenas y en las malas, cada quien está sumergido en un modo de supervivencia donde prevalecen sus metas individuales por encima del relacionarse y crear conexión con otros seres humanos.
Hace ya varios años que decidí hacer actividades solas, viajar sola, ir al mejor restaurante de la ciudad sola, pagarme un tour full day sola, ir a cine sola, y recientemente incluí en esa lista el ir a un mega cocierto de un artista reconocido sola, y este último me hizo sentir como si todo lo demás no tuviera mérito. Permíteme explicarme…
En los últimos 10 años he trabajado duro para mejorar mi vida, me he capacitado, he obtenido trabajos de alto perfil, y poco a poco he ido ganando la experiencia profesional necesaria para que mi vida tenga el simple (pero contundente) salto cuántico de pasar a trasladarme todos los días en bus colectivo, a tener el lujo y privilegio de poder pagarme un taxi casi a diario para llegar al trabajo. Valga acotar que este proceso me llevó alrededor de 5 a 7 años, pasando por más eras que las de Taylor Swift, pero junto con este éxito vino la soledad, o bueno, gran parte de ella.
Nunca he sido la persona más sociable, crecí en un ambiente de extrema sobreprotección parental, lo cual hacía que mi vida social fuera estrictamente supervisada. Dicho extremo no venía de mis síntomas de rebeldía de adolescencia, sino de los traumas pasados de mis padres, los cuales evitaron a toda costa desarrollar en el diván de un psicólogo; y no los culpo, tanta protección tuvo sus ventajas, como ese instinto tan innato en mí de ser independiente y valerme por mí misma fuera de una burbuja de la cual ni ellos mismos se atrevían a salir. Sin embargo, es obvio que la necesidad de tener una madurez mental mucho más avanzada que mi edad biológica me situa en un contexto en donde las personas de mi edad evitan a todas costas los temas profundos que me encantan y las personas que son mayores que yo están en la fase de “por fin tengo la capacidad económica para darle rienda suelta a mi yo adolescente”; sumado a esto, las personas en las cuales he detectado que les apasiona plantearse su existencia más allá de lo que socialmente es trivial y cotidiano, no tienen la misma capacidad económica que yo, por lo cual las actividades que me gusta hacer terminan viéndose como una salida a comer con las Kardashians.
Y no es que yo esté ganando el salario de un desarrollador de software de Silicon Valley, pero mi condición de ex-pat hace que burocráticamente yo no pueda alquilar un apartaestudio para mí sola, solo me permite alquilar una habitación dentro de un apartamento compartido, la cual tiene el tamaño de un apartaestudio, y esto hace que se reduzca muchísimo mis gastos mensuales básicos, lo que me deja dinero extra para actividades como por ejemplo ir al mega concierto que comenté al inicio de este post.
Y la verdad me sentí bien haciendo actividades por mi cuenta, estaba harta de tener que patrocinar la compañía de alguien para poder hacer algo que yo quería, era insostenible para mí que yo regalara mi dinero y tiempo con personas que no eran capaces de hacer el mismo nivel de sacrificio por mí; estamos en una nueva era donde somos libres de rechazar aquello que no es malo pero a la vez no nos es funcional; tomando esto en cuenta, decidí ir a un concierto sola.
Todo se sentia bien, como una aventura, hasta que llegue a la fila de la entrada, y podia escuchar a dos chicas detras de mi diciendo “ Yo no podria venir sola, eso es ser muy arreisgada” y la otra respondia “ pues te hubiera tocado sola si yo no hubiera podido venir a ultimo minuto”; dicha conversacion siguio en tono indignante, y yo seguia en mi fila como si fuera una extranjera que no entendia el idioma; la cosa no mejoro al entrar, cuando me sente (al fin ) el grupo que estaba a mi derecha me preguntaba de modo angustiante el porque habia ido sola, incluso infirieron que era que venia de otro pais a ver al artista, y luego a mi derecha se pararon dos parejas que, al ver que yo estaba sola, decian que me iban a adoptar en su grupo, como si fuera una huerfana que necesitaba ayuda; al igual que el primer grupo tambien tenian una amplia serie de preguntas de porque habia decidido ir sola a un concierto tan lleno de gente; y como si eso no fue suficiente, el conductor del transporte privado me hizo la misma serie de preguntas con la misma indignacion de los grupos anteriores; el concierto fue espectacular pero el proceso resulto exageradamente incomodo.
Posteriormente en TikTok vi que no fui la unica que decidio ir sola, pero el incomodo momento me hizo reflexionar varias cosas; tengo un par de conocidos que constantemente se quejan de su pareja actual, sin embargo, el culminar la relacion no es una opcion porque no quieren tener que enfrentrarse al hecho de no tener a nadie en sus vidas ( sus familias y amigos viven en otros paises); a su vez, noto que hay “amistades” que solo me escriben cuando estoy de viaje en el extranjero, y casi como por arte de magia, solo cuando vuelvo de ese viaje quieren que nos reunamos para vernos ( y para ver que les traje), tengo una lista de contactos que si les pido que me acompañen a una actividad donde yo pago todo dirian que si sin pensarlo dos veces, pero no serian capaces de preguntarme “ como sigues?” si les cuento que tengo gripe, hay un chico que me escribe al DM preguntándome cuantos pretendientes me escriben a diario y agenda un café conmigo cuando en paralelo lleva a su “situationship” a un concierto romántico; y tengo una amiga que dice dar la vida por mí (la cual quiere que la visite en otra ciudad), pero ella, teniendo auto, le da fastidio soportar el tráfico de la zona de mi ciudad para venir a verme. Y sé que no soy la única, Instagram está repleto de Home Bodies, gente que también se cansó de encajar, de adaptarse, de fluir para los demás sin que los demás fluyan para ellos.
La realidad es que estamos solos, en las buenas y en las malas, cada quien está sumergido en un modo de supervivencia donde prevalecen sus metas por encima del relacionarse y crear conexión con otros seres humanos; creamos relaciones para llenar vacios, no para construir un pilar en nuestras vidas, vamos a fiestas con personas que eventualmente hablarán a nuestras espaldas, cada quien está tratando de armar un grupo al cual pueda influenciar en vez de apoyar; estamos solos, gente… y es momento de aceptar que la soledad nos va mejor que seguir desgastándonos en intentarlo.