¿Porque nuestras relaciones amorosas no están funcionando?
(la serie Bridgerton nos da algunas respuestas)
Si, caí en los encantos de las tendencias sociales y me puse a ver la serie Bridgerton, y a pesar de que no soy muy buena en historia , me pareció que la “modernizaron” bastante en comparación con la realidad que se vivía en aquella época para captar la atención del espectador, sin embargo, hay ciertos temas dentro de esta mini serie que me llevaron a reflexionar y a pensar en por qué nuestras relaciones de hoy en día son tan sufridas.
Es conocido por todos que los matrimonios de aquellos tiempos eran una tortura, comenzando por la eterna angustia de que no te gustara la pareja que tu familia había escogido para tu matrimonio, o que esta no fuera socialmente aceptable como para contraer nupcias; sin dejar de lado el horror y la vergüenza que era para toda la sociedad que no tuvieras hijos rápidamente después del matrimonio, y eso sin contar la presión de toda tu familia porque todo esté bien en la noche de bodas y que no pasaran por la desgracia de que te devolvieran por estar “dañada”. Todo esto suena como la peor de las dictaduras, pero si nos fijamos un poco más al detalle, nuestras relaciones modernas aún conservan algunos fundamentos, y han perdido otros muy valiosos, de estas épocas que, según mi opinión, es lo que nos está llevando a pasar más tiempo con el corazón roto que embriagados en amor absoluto
Hay ciertas diferencias entre aquellas relaciones y las nuestras que están haciendo que el enamorarnos se vuelva una proeza imposible, y hay ciertas similitudes que son la viva evidencia de que no hemos evolucionado (así tengamos un iphone nuevo cada año)
Diferencias que hicieron ahora tengamos menos relaciones de buena calidad
Cuestión de Honor: Dar tu palabra o hacer una promesa es esos tiempos era tan serio como para ser cuestión de vida o muerte, no había explicación o excusa que fuera válida para justificar tu cambio de parecer, si se dijo había que respetar lo dicho; eso de decirle a alguien que querías una relación seria un día y después de tener sexo simplemente olvidar su existencia no era algo que se pasara por alto, pues era tu honor y el de toda tu familia no que estaba en juego, es pocas palabras, si no cumplías lo que ofrecías lo más probable es que terminaras o muerto o exiliado. Si nosotros cuando tengamos a nuestros hijos (los que quieren tenerlos) se enfocan en re enseñarles lo que honor, habrá menos corazones rotos
La paciencia no era una virtud, era una cotidianidad: Dile al chico con el que llevas un par de citas que sigan viéndose un par de semanas más pero sin sexo porque quieres conocerle mejor, te aseguro que en un par de días comienzas a tener mensajes en visto como si fuera cadena de oración de whatsapp; en aquellos tiempos el cortejo y el compromiso podían durar meses antes de concretarse un matrimonio, un beso, una noche de sexo salvaje; es por ello que ahora después de que tenemos meses follandonos al que pensamos que era el amor de nuestras vidas nos levantamos un día como si nada y nos damos cuenta que el orgasmo ya pasó y que no toleramos ni siquiera la forma en la que pestañea; si tuviéramos un poquito de paciencia ( un mes máximo) lo pensaríamos dos veces antes de dejarnos llevar por las mezcla de ferormonas que nos embriaga de esa persona
El que formalizaba sus intenciones, ganaba: No había problema con aquello de que existieran diferentes pretendientes, pero no ganaba el que le endulzara los oídos a la doncella sino aquel que pedía matrimonio, el que demostrara que estaba firme en sus intenciones; costumbre que no sé muy bien en cuál de los viajes que se metían lo hippies se perdió; hoy en día pedir matrimonio es una ruleta rusa muy complicada ya que el 99.9% de los Milennials tiene miedo al compromiso de respetar una fidelidad
Similitudes en las que definitivamente no hemos evolucionado
Los chismes no siempre destruyen la relación : si bien los rumores en aquella época podían o no ser ciertos, estos hacían que fuera bastante incómodo presentarse en algún evento social bajo la mirada y los susurros de los presentes, ya que por muy indecorosa que fuera la infidelidad, era tu deber seguir casada y sonreír en los eventos pretendiendo que nada era cierto (el no ir confirmaba los rumores); nosotros como milennialls le dimos un “upgrade” a esto, ahora publicamos fotos junto a esa persona para que vean “ el amor” que aun arde entre los dos; pero seguimos fingiendo que no pasa nada cuando en realidad pasa de todo, sonreímos aparentando de que todo fluye como seda cuando en realidad en las noches no dejamos de llorar por la soledad que nos brinda esa relación
Nos enamoramos de la persona que necesita ser “reparada” creyendo que solo nuestro amor podrá arreglarlo todo : Si la persona que nos gusta no quiere formalizar algo serio por los traumas de su niñez, inmediatamente nos parece irresistiblemente sexy y atractivo(a); nos vemos como una especia de Dalai Lama que llega a su vida a curar todos sus problemas psicológicos no resueltos con nuestro amor…(es en este punto donde todo tu círculo social se lleva la palma de la mano en la frente cuando les hablas de tu nuevo amorcito), como sociedad moderna necesitamos comenzar a procesar que, el hecho de que una persona nos diga que nos quiere pero que no nos puede dar la relación que merecemos porque tiene miedos no resueltos no significa un “te quiero en mi vida para que me ayudes a arreglarme con tu amor”, significa un “ corre porque no eres de hierro y todos los demás terminaron carbonizados y te lo estoy avisando porque te tengo el cariño suficiente para hacerlo”
Y esto va en serio?: por muy liberales que nos hayamos vuelto y declaremos ser de mente abierta, en todo tipo de relación queremos saber dónde estamos y para donde vamos, en aquellos tiempos un compromiso demasiado rápido o demasiado prolongado daba bastante de que hablar, el mismo concepto lo tenemos en esta época, ya sea que llevemos un par de años en convivencia o un par de meses de sexo en sexo; seguimos manteniendo ese deseo primitivo de decirle a toda tu familia ( y a la internet) “esa persona tiene exclusividad conmigo”; sin tener en cuenta que el que “el que espera, desespera” (a ambas partes)
Muy probablemente nuestras generaciones futuras cuando vean películas de cómo eran nuestros amores después del Y2K (nuevo milenio) dirán: “que era tortura era amar en esos tiempos”, que angustia ver un doublé check azul y no saber si era desamor o descuido, seguramente opinaran el horror que debió ser para nosotros apostarle todo a una pareja sin saber si en un par de mes o años después de entrégalo todo serias reemplazado por una nueva versión actualizada, seguramente pensaran lo espantoso que debió ser para nuestros tiempos el salir con personas que solo nos ilusionaban por placer sexual y luego seguían en su eterna soltería saltando de una relación a otra sin rumbo, sin amor, sin conexión entre ambos, solo dos cuerpos descargándose; lo cierto es que el amor era, es y será siempre complejo, el secreto para disfrutarlo es marcharte cuando ya sientas que el sufrimiento es prolongado