Qué tan juzgado es el arte de hacerte un regalo ti mismo?
Desde muy pequeños nos han indicado que hay ciertas fechas en las que esperar el recibir un regalo es “ lo normal”, que sino recibes ninguno es posible que haya ciertas áreas sociales en tu vida que debas trabajar o tal vez reconciliarte con tu entorno, o quizás seas de las personas que no le guste recibir regalos y aun asi la gente te va a señalar como un bicho raro, esas épocas son dias como tu cumpleaños, san Valentin, navidad, entre otros; sin embargo, si deseas auto celebrarte es ahi cuando la vara de la rareza se sube un nivel. Y en una época donde TikTok nos vende el auto-cuidado, el auto-crecimiento personal, el auto-todo lo que quieras obtener en la vida, me parece totalmente normal y exageradamente placentero el auto-regalarse
Es natural que no le veamos tanto placer al hecho de darnos nosotros mismos un regalo, pues como sociedad post pandémica, gastamos desmesuradamente en cualquier tontería que se nos antoja por internet, y si bien estamos sumergidos en los detalles explícitos de dicha compra, cuando recibimos al repartidor, no se nos ilumina la cara en acción de sorpresa por recibir tan hermoso detalle que fue patrocinado ( muy probablemente) por nuestra tarjeta de crédito o (muy seguramente) por nuestro salario; pero… cuantas veces nos ha REALMENTE gustado u regalo recibido por un tercero? Algo me dice que cualquier recuerdo que se venga a tu mente relacionado con esta pregunta, fue algo en lo que tu, durante una buena cantidad de tiempo, expresaste a otra persona los pormenores de tu regalo ideal; todos los demás regalos, fueron lindos, pero no los disfrutaste en verdad.
El arte de hacerme regalos comenzó un dia de San Valentin, salí a comprar el mercado para la quincena del mes y vi a un señor con un lindo paquete de rosas que había comprado dentro de super y una enorme bolsa negra con un diseño elegante de rosas rojas con hilos dorados; en ese momento no anhele tener una pareja, porque una pareja no es un proveedor de regalos, tampoco anhele el conocer a alguien en mi vida que me diera ese tipo de detalles, porque las personas están en tu vida para cosas mas valiosas que eso, tampoco extrañe a mi ex, porque para él lo detalles eran que el se comprara un Rolex pero Ami me regalara una flor que arranco de un jardín, pero si anhele las rosas y la bolsa, sim importar que la bolsa contuviera algún tipo de broma de mal gusto, tenia envidia de las rosas y la bolsa; obviamente no iba a acercarme al señor a hacerle la pregunta incomoda de donde obtuvo la bolsa, pero si tenia muy claro de donde venían las flores, asi que compre unas para mi y vi que is dulces favoritos tenían un 50% de descuento ( se que el descuento era un truco de venta , pero sin importar el dia, amo poder obtener algún tipo de rebaja en mis Ferrero).
Llegue a la casa e hice toda la parafernalia que hacen las personas que reciben detalles esos dias, desmantelan cuidadosamente las flores y las coloque en un bonito jarrón y probémoslos uno a uno los dulces. No sentí nostalgia, ni añoranza, por el contrario, ame el olor a rosas que me daba en la habitación cada vez que había un viento fuerte, el mirar las rosas frente Ami compu me inspiró a escribir de otros temas y fue como retome este blog, admire la belleza de cada rosa y como se iban abriendo como si fuera un TikTok de pocos segundos que cada dia me daba un update de como iban evolucionando las rosas, y los chocolates? Los como con una película de Netflix en modo “spa en casa”, realmente disfrute de mi regalo a mas no poder
Para los haters que piensen “ pobre, no le ha ido bien en san Valentin” les cuento que ha lo largo de mi vida he tenido de todo, y los que mas he disfrutado es ir a algún stand up Comedy de algún comediante famoso, me encanta esa mezcla de risas, alcohol, amor y locura que brinda esa experiencia; y entre los “malos” solo recuerdo alguno que otro cuando estaba comenzando mis 20´s en e que me sentí muy solitaria y anhelando el amor de una pareja; por el lado de mi circulo cercano si he escuchado alguna experiencias no tan gratas, que si la cena estuvo horrible, que si el hotel o el viaje no salió como querían, que si hubo fuertes discusiones entre la pareja, de todo un poco; y no estoy en contra de celebrar San Valentin, pero como dice Jay Shetty en su libro LOVE, tenemos que aprender cual es la forma en la que realmente queremos celebrar y no lo que la sociedad dice que es una “gran celebración” ( si pueden léanlo, tiene una anécdota muy curiosa sobre como le pidió matrimonio a su esposa y como el seguir las reglas de flores, cena, y todo lo que vemos en las peliculas hizo que la cosa saliera muy mal)
Luego de San Valentin comencé a darme regalos de este tipo en las fechas especiales, me tomaba el tiempo de salir ese dia y escoger el regalo, de tomarlo como un arte, no comprar tonterías, sino pensarlo como algo ( que dentro de mi presupuesto) se sintiera como un regalo, algo que realmente me gustara, podían ser flores, podía ser un plato de sushi , un bonito pastel, cualquier cosa, pero comencémoslos no solo a celebrarme a mi misma, no solo disfrutar el regalo, sino tambien entenderme y conocerme en cual erala forma en la que yo disfrutaba el ser celebrada, que era para mi ese tipo de celebración que en vez de dejarme resaca y algunos chismes de la noche anterior, me dejara con una sonrisa de extasis total