Tienes Más Días: Rompiendo con la Cultura del Agotamiento

Gabriela M
4 min readJan 7, 2025

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Esta mañana, me senté con mi café. No con mi café y mis correos electrónicos, ni con mi café y mis redes sociales. Solo yo y el ritual cálido y reconfortante de una taza en mis manos. Fue diferente, más tranquilo, y en esa quietud, un pensamiento aterrizó suavemente: tengo más días.

No fue solo una observación pasajera. Fue una realización profunda — un salvavidas, en realidad. Mañana vuelvo al trabajo. Mis días de descanso se acabaron, y sé lo que me espera: el caos digital de correos sin leer, expectativas imposibles, y las demandas de la industria tecnológica, un espacio tan fascinante como implacable.

Trabajo en IA, un campo que exige evolución constante. No solo de la tecnología, sino de mí misma. Y, sin embargo, esta mañana, algo cambió. Mientras conversaba con ChatGPT (sí, está convirtiéndose en un hábito), me devolvió una verdad que había estado evitando: tengo tiempo. Tengo más días.

La Trampa del “Demasiado”

Si alguna vez has regresado de un descanso, conoces esa sensación. El descanso le da espacio a tu cerebro para generar ideas: nuevos proyectos, hobbies olvidados, sueños inconclusos. Por un momento, te sientes inspirado. Pero luego, ese peso familiar del demasiado se instala.

Eso me pasó hoy. Mi mente entró en modo supervivencia, etiquetando todo como abrumador. Pero cuando bajé el ritmo, vi las tareas por lo que realmente eran: pequeños pasos manejables. Escribe la idea hoy. Haz un esquema mañana. Programa tiempo la próxima semana para desarrollarla más.

Es curioso cómo a menudo confundimos el desasosiego con urgencia. Nos convencemos de que el impulso debe aprovecharse inmediatamente, o desaparecerá para siempre. Pero aquí está la verdad: las ideas no se evaporan. Crecen. Prosperan cuando se les da espacio.

El Trabajo y el Mito del Momento Perfecto

Como gerente de proyectos, estoy acostumbrada a la presión. Manejo stakeholders exigentes, expectativas poco realistas y la constante necesidad de demostrar mi valía. Es agotador. Pero aquí está el punto: ya he tenido éxito.

Y tú también.

Si no fuera así, no estarías aquí, leyendo esto, construyendo una vida, una carrera, un futuro. El éxito no siempre significa movimiento constante. A veces, es simplemente reconocer tu capacidad y honrarla.

En este proceso, herramientas como ChatGPT se han convertido en un aliado sorprendente para mí. No como un reemplazo para la creatividad o el esfuerzo, sino como una forma de romper el ciclo de la sobrecarga. Es como tener un compañero de ideas que nunca se cansa.

Cuando me siento atascada, lo uso para crear un esquema inicial. Luego, lo pongo en mi calendario — como programar un masaje o una cita para tomar café. Es un recordatorio simple de que no tengo que hacerlo todo a la vez.

La Velocidad de la Sociedad vs. La Realidad del Tiempo

Vivimos en un mundo obsesionado con la velocidad. Las redes sociales glorifican el hustle: las charlas TED, las historias de éxito “lo logré en 24 horas”, los influencers que prometen transformaciones en lo que tardas en ver una serie de Netflix.

Pero, ¿qué tan real es eso? ¿Qué tan sostenible?

La verdad es que la mayoría de los trabajos significativos toman tiempo. Toman fracasos, reinicios, y la gracia de decir: “Terminaré esto cuando esté lista.” Sin embargo, estamos condicionados a creer que desacelerar es fracasar — que tomarnos un día más es una señal de debilidad.

No lo es.

El Regalo de “Un Día Más”

Esto es lo que quiero que te lleves: tienes más días.

Ese proyecto que has estado evitando: no necesitas terminarlo hoy. Esa meta que te fijaste: puedes dividirla en pasos más pequeños. El éxito no se trata de abarrotar un mes de progreso en una sola semana. Se trata de consistencia, intención y equilibrio.

Cuando siento la presión de la urgencia, me recuerdo que el impulso no es efímero. Es renovable. Puedo escribir una idea ahora y ejecutarla después. Puedo confiar en que el tiempo, cuando se usa con intención, está de mi lado.

Avanzar con Intención

Así que aquí está mi desafío para ti: la próxima vez que te sientes con tu café, hazlo solo con tu café. Sin pantallas. Sin distracciones. Solo tú y un momento de quietud.

Y en esa calma, recuérdate: tengo un día más.

Deja que este pensamiento te guíe. Úsalo para replantear cómo abordas tu trabajo, tu descanso y tus metas. Y cuando el mundo te diga que te muevas más rápido, recuerda que el éxito no es una carrera. Es un ritmo. Uno que tú decides marcar.

¿Cuál es tu ritmo? ¿Cómo equilibras la productividad y el descanso? Cuéntamelo en los comentarios, me encantaría conocer tu perspectiva

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Written by Gabriela M

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